
Desde 2018, Colombia hace parte de la tendencia mundial de adopción de prácticas empresariales alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas al crear las condiciones legales para que las empresas puedan convertirse en o constituirse como Sociedades Comerciales de Beneficio e Interés Colectivo (BIC).
Estas sociedades son una nueva generación de empresas con propósitos socio-ambientales que
van más allá del interés y beneficio de sus accionistas combinando las ventajas económicas de la
actividad mercantil con la contribución activa al medio ambiente, al bienestar de los trabajadores
y de la comunidad, puesto que deben propender por el logro de tres propósitos fundamentales:
En esa medida, se regularon otras modalidades de trabajo a distancia para que, de acuerdo a las necesidades de cada empleador, sean aplicadas y reglamentadas dentro de las organizaciones.
Como definen el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mincomercio) y Confecámaras, “para una Sociedad BIC el lucro ya no es el fin, sino el medio para alcanzar tales propósitos”1 .
Para Mayo de 2022, en Colombia se habían registrado más de 1.591 empresas como sociedades BIC, posicionándonos como el mercado dueño del 30% de empresas a nivel global que responden al llamado de ajustar sus procesos a prácticas sostenibles en cinco dimensiones: modelo de negocio, gobierno corporativo, prácticas laborales, prácticas ambientales y prácticas en la comunidad.
El incremento de su valor reputacional en el mercado.
El fortalecimiento de la fidelización de clientes y proveedores.
Se facilita la retención y atracción del talento humano.
Integración a redes de comunidades con propósitos similares.
La gestión de tensiones entre su actividad empresarial, la sociedad y el medio ambiente.
Esto hace que las Sociedades BIC generen una atracción natural por parte de inversionistas del
sector privado, permitiéndoles llevar el impacto de estas iniciativas a accionistas, empleados,
consumidores, organizaciones sin ánimo de lucro, comunidades y aliados emprendedores.
Aunque el principal incentivo de ser una Sociedad BIC es el impacto positivo en el medio ambiente
y la sociedad, existen unas acciones puntuales que el gobierno ha puesto en marcha para
incentivar el correcto desarrollo de sus iniciativas, tales como:
Adaptar el portafolio de servicios, en materia de propiedad industrial, ofrecidos por la Superintendencia de Industria y Comercio. Esto permitirá, por ejemplo, ofrecer tasas preferenciales para el registro de signos distintivos o nuevas creaciones.
Crear líneas de crédito preferenciales. Esto permitirá beneficiar especialmente a los emprendedores y a aquellas empresas que necesitan invertir para seguir creciendo.
Beneficios tributarios a las utilidades que las empresas repartan a través de acciones a sus trabajadores. Esto permitirá que los trabajadores tengan participación como accionistas de la empresa.
Los beneficios cualitativos, sociales y económicos de ser una empresa BIC son tangibles en el mediano y largo plazo, permitiendo además generar una operación autosostenible capaz de mantenerse en el tiempo, aportando directamente al logro de la misión, visión y objetivos de las compañías que adoptan estos modelos de trabajo. Pero lograr el registro y mantener el estatus como Sociedad BIC requiere un rigor y conocimiento de los procedimientos asociados.
Contamos con profesionales que reúnen la capacidad, el entendimiento y la experiencia necesarios para guiar y acompañar a las organizaciones por todo el camino que debe recorrer una Sociedad BIC para cumplir con los requisitos planteados por Mincomercio y el Gobierno Nacional, y garantizar el éxito y cumplimiento de logros relacionados con la sostenibilidad. Nuestros servicios se enmarcan en, pero no se limitan a:
Las Empresas BIC son
Estándares Internacionales Aceptados
¿Qué es el